jueves, 23 de octubre de 2014

Annabel Lee - Edgar Allan Poe

Fue hace muchos y muchos años,
      en un reino junto al mar,
 habitó una señorita a quien puedes conocer
      por el nombre de Annabel Lee;
 y esta señorita no vivía con otro pensamiento
      que amar y ser amada por mí.

 Yo era un niño y ella era una niña
      en este reino junto al mar
 pero nos amábamos con un amor que era más que amor
      —yo y mi Annabel Lee—
 con un amor que los ángeles súblimes del Paraíso
      nos envidiaban a ella y a mí.

 Y esa fue la razón que, hace muchos años,
      en este reino junto al mar,
 un viento partió de una oscura nube aquella noche
      helando a mi Annabel Lee;
 así que su noble parentela vinieron
      y me la arrebataron,
 para silenciarla en una tumba
      en este reino junto al mar.

 Lo ángeles, que no eran siquiera medio felices en el Paraíso,
      nos cogieron envidia a ella y a mí:—
 Sí!, esa fue la razón (como todos los hombres saben)
      en este reino junto al mar)
 que el viento salió de una nube, helando
      y matando mi Annabel Lee.

 Pero nuestro amor era más fuerte que el amor
      de aquellos que eran mayores que nosotros—
      de muchos más sabios que nosotros—
 y ni los ángeles in el Paraíso encima
      ni los demonios debajo del mar
 separarán jamás mi alma del alma
      de la hermosa Annabel Lee:—

 Porque la luna no luce sin traérme sueños
      de la hermosa Annabel Lee;
 ni brilla una estrella sin que vea los ojos brillantes
      de la hermosa Annabel Lee;
 y así paso la noche acostado al lado
 de mi querida, mi querida, mi vida, mi novia,
      en su sepulcro junto al mar—
      en su tumba a orillas del mar.



Edgar Allan Poe

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